miércoles, 28 de septiembre de 2011

Gorriones sin sueño



Hay gorriones que toman el sol sobre el asfalto,
pájaros que brincan al son de una marimba de papel de plata.
Olvidaron volar cuando el viento los llamaba,
bolitas de caviar con mirada de queratina,
aves que adormilan a la luna llena,
no saben ya de sueños
ni conocen el trigo en sus campos
solo temen a la aurora
y a los niños con desgana.

martes, 27 de septiembre de 2011

Amores de Contrabando


Había ecos de nuestras palabras que el viento arrastraba de acá para allá,
se arremolinaban en esquinas,
ascendían vertiginosos por tiros de escalera,
se posaban en cornisas,
caían plácidos hasta que
de nuevo
el viento los hacía suyos y vuelta a empezar.
Nunca pensé que nuestros pasos se diluirían entre el feldespato de las aceras
ni que huirían como los amores de contrabando,
fue la nuestra una historia fugitiva
de urgencias entre bastidores.
Compartíamos cigarrillos en la madrugada
como quien comparte destellos de muerte
nos fugábamos por los callejones
y borrábamos nuestro aliento
para que no pintara el reverso de los cristales.
Ahora no hay risa que no se mudara de barrio
y los funcionarios del desaliento
retimbran vidas que se escaparon por el sumidero.
Ahora no hay día que no vea muchachas de pecho de sándalo,
dormitan en el alféizar de la ventana,
persianas bajadas y mosaicos de sombra,
humedales de aromas
fragancias de niña que alumbra alondras de metal.














lunes, 26 de septiembre de 2011

Libélulas azules dormitan al filo de tus párpados


Libélulas azules dormitan al filo de tus párpados
liban llanto de vientos que azotan tu vientre,
amamantan desvelos
anidan en tus senos de fugitiva sirena de mar.

Sueñan tardes aguamarinas
amapolas trémulas  que acosan mariposas de alcanfor,
son susurros de humedad
tu fértil valle y tus simas desoladas.

Lechos de sal cubrieron corrientes que anegaban anhelos,
amo a las niñas de agua que sueñan con el añil de tus libélulas.









sábado, 24 de septiembre de 2011

Hay en tu cuerpo grietas



Hay en tu cuerpo grietas que conducen a donde mueren las culebras
caracoles en la hoguera
ríos que se funden con el azul del quiero
rosas de parafina
flamencos de porcelana
pléyades en almíbar
noches en llamas
desfiladeros y cañones
llantos y serenos lagos
veredas de aguas bermejas que se evaporan en niñas con alas de purpurina.
Hay en tu cuerpo un valle
una sima y un collado
un rebaño y una guadaña
hay un lobo estepario que aúlla a la luna.